Antonio León. El amigo del poeta heterosexual

 

el amigo del poeta heterosexual

 

 

éstos de aquí

– y hablo de no tener empleo seguro

pero sí

años bisiestos

de nula antigüedad

excepto

en el coito imaginario

 

éstos que ves

son los dedos que he metido en el enchufe de un corredor

en mi escuela primaria

mientras los niños golpeaban a otro más jotito que yo

 

y también los metí en el hielo de una cantina monstruosa

al simular que entiendo lo que sucede

en finales de futbol de la liga mexicana

 

porque una vez intenté en la italiana

y estuve a punto de sufrir espasmos de aburrimiento

 

porque sé lo que ocasiona la ignorancia

a pesar de ser el único chico de ojos de música

que puede explicar

aunque sea de forma mediocre

un fuera de lugar

 

es así

:

un pagafantas de muslos espléndidos

al que nadie se llevará a jugar a europa

salvo promesa de no regresar

al olvido de la lengua materna

interviene en la jugada

 

cada vez más cerca

del paroxismo

ocasionado por tragar lycra por el culo

el invitado ocasional se encuentra fuera de juego

si está más adelantado que los otros poetas

menos uno

 

a pesar de esta simple explicación

al emborracharme

la regla suele ser compleja

 

pero aun así

con la estupidez a manera de oportuna herida al futuro

sin conocer la forma de este juego sucio en su medianía

soy el amigo de base

del poeta heterosexual

 

*

 

un poeta heterosexual es el gran verso blanco

todo a largo plazo

siempre en contra del trabajo remunerado

 

la poesía como excusa y después

los ojos

dentro de un sombrerito de palma

 

*

 

a un poeta heterosexual no le harán preguntas acerca del agua

porque todos fueron a beber cerveza con él

y a conversar sobre cadenas montañosas y lo caro del tren el chepe

que les recordaba esa pasión suya

de escribir poemas viéndose al negro túnel

mientras se aburrían en el vagón más caro

 

– porque era más ordinario irse a chingar su madre en uber

por ejemplo

 

*

 

no conocí las barrancas o la orografía redonda de un salón de clases

los blancos que rebotan

en la hoja de trazos fantasma

escritos al fondo

en un cuchitril de grafito del campo mexicano

 

pero yo no fui al tren ni en uber de perlas

que alguien me prometió al pasar sus textos en limpio

 

*

 

mira la mano

amigo cronista o escritor de novela negra

 

se quiebra en cascada sobre el canapé

toma la copa como una estatua renacentista

 

prefiere el queso barato

el amigo del poeta heterosexual

 

*

 

un periodista nos mira con odio

desde el fondo de la sala

tiene miopía

ubica nuestro sitio por el mantel verde

y duerme al respirar con los ojos abiertos

 

llega tarde a la presentación del libro

desconfía como un dóberman con orejas picudas a prueba de versos

 

pregunta

 

¿en qué cree usted que estriba su amistad

con el poeta heterosexual?

 

*

 

en mi admiración por su verso proyectivo

en su forma de leer azuzando la voz del destino

 

y en la dulzura y tiento con que se la metería hasta el fondo

si me lo permitiera

 

 

 

Antonio León. Poeta originario de Ensenada. Reside en Mexicali, donde se desarrolla como guionista y conductor para televisión y radio universitarios. Es editor de poesía en la revista El Septentrión y colaborador esporádico de noisey\vice, ha sido columnista del semanario Es lo cotidiano y actualmente desmenuza sus fijaciones en el blog Muerte por videoclip. Es autor de los libros Caricia del velocímetro, Busque caballos negros en otra parte y :ríos, dentro de la colección Ojo de Agua, editada por CETYS Universidad . En 2016 fue el ganador del Premio estatal de literatura (poesía) en Baja California con el libro El Impala rojo.

 

 

 

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