Billy Collins. Otra razón por la cual no tengo un arma en casa

 

Otra razón por la cual no tengo un arma en casa

 

El perro del vecino sigue ladrando.

Ladra con el mismo alto y rítmico ladrido

que ladra cada vez que se van de casa.

Supongo que lo encienden antes de irse.

 

El perro del vecino sigue ladrando.

Cierro todas las ventanas

y pongo una sinfonía de Beethoven a todo volumen

pero aún puedo escucharlo amortiguado bajo la música,

ladrando, ladrando, ladrando,

 

y ahora puedo verlo sentado en la orquesta,

su cabeza se alza confiada como si Beethoven

hubiera incluido una parte para perro que ladra.

 

Cuando el disco al fin termina él sigue ladrando,

sentado en la sección de oboes,

sus ojos fijos en el director que lo

conduce con la batuta

 

mientras los otros músicos escuchan en respetuoso

silencio el famoso solo del perro que ladra,

esa coda interminable que estableció a

Beethoven como un genio innovador.

 

 

 

Traducción: Eduardo Padilla

 

 

 

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