Globos de Helio (sobre Armenia, de Luis Eduardo García)

 

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GLOBOS DE HELIO  (SOBRE ARMENIA, DE LUIS EDUARDO GARCÍA)

Por Lärs Thomasson

 

Armenia es un libro vergonzoso. Cada página es una muestra de vulgaridad e inhumanidad. El autor pretende escribir acerca —y a partir— del dolor, pero lo aborda desde una perspectiva tan plana e insensible, que más bien da la impresión de estar hablando del ciclo reproductivo de los caracoles de agua dulce. Cualquier doliente verdadero se sentiría insultado; una muñeca inflable o un pez globo han experimentado más sufrimiento que el responsable de esta obra repugnante.

Dejando de lado su reprobable postura ética, los poemas del libro no contienen misterio alguno, y peor aún, ninguna resonancia trascendente. No hay revelaciones, no hay epifanías. Son textos vacíos que provienen de la cabeza de heno de un poeta vacío  (globos de helio que terminarán en el piso luego de unas cuantas horas).

En cuanto a la técnica, es notorio que el autor está lejos de dominar el idioma, por lo tanto su voz suena todo el tiempo a una mala traducción del inglés (o al estertor de un astronauta). Nadie debería escribir poesía en una lengua a la que no ama verdaderamente.

Por otra parte, ¿cómo alguien que nunca ha estado en Armenia puede atreverse a escribir sobre el genocidio? ¿Cuál es el objeto de burlarse de Arshile Gorky durante treinta poemas? ¿Qué intenta conseguir confundiendo el dolor físico con los dolores del espíritu? ¿Por qué nadie respeta la memoria de Bob Ross? ¿Qué clase de piso pusieron en la casa?

En conclusión (busque un búnker y quédese dentro hasta que la poesía vuelva a ser luminosa y cálida), no pudra su cerebro leyendo Armenia.

 

 

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