CONSECUTIVAMENTE
Consecutivamente
le crecieron a mi garganta:
astillas
luego una voz de sandalia
que competía en disciplina con las hormigas
luego un bramido seco,
truncado en su columna gravísima
luego di en la flor de la carne un llanto
de peras al olmo
parco mamífero, ondas descabelladas,
dos canicas que me servían de ojos,
algún pico de pájaro.
¿Saben ustedes?
La reverenda llaga sonríe
cuando se le arrancan las sombras postizas
que lleva escritas en el pentateuco.
No tengo frío ni calor
sino la dentellada invisible del tiempo
y un amor subjuntivo
que me pone el café por la mañana.
LA CONSTRUCCIÓN DEL YO POÉTICO HACE AGUAS
es vómito o nube
amor te llamé
dame tiempo para digerir
el anticiclón
dadaísta niño
aturdes
ven
a desflorar zapatos
justo ahora desapareces
cuando más te necesitaba
Manuel Marcos Ruiz. Licenciado en Educación musical por la Universidad de Córdoba, comenzó a estudiar en el conservatorio luego de tomar contacto con la música de manera autodidacta, tocando el saxofón como músico callejero durante más de veinte años. Lector apasionado, comienza a escribir tardíamente, a partir del año 2008; mantiene desde entonces un blog: PLUS ULTRA, ínsula literaria.