Amanecer
I
Tengo una princesa de oro bailando en mi cabeza
amaneció en el lugar de la resaca,
su vocecita suave susurra pececitos que corren por mis venas.
Multiplicado en plata se escucha el coceo de unos caballos
atravesando las puntas de mis dedos.
Sutiles y coquetos apuntan con el índice a la orilla de su piel.
Ataviados de óperas minimalistas diez ángeles aguardan en mi estómago.
Anuncian la pronta llegada del nuevo monarca.
Los escarpines rojos, la capa azul, los ojos de jade.
II
Ahora que la repetición se vuelve hermosa,
amanezco con una princesa de oro bailando en mi cabeza,
vuelta tras vuelta no deja de sorprenderme,
disminuyendo a cuentagotas la ansiedad,
mordisqueando la tersura de esta roca,
abriendo poco a poco el corazón.
III
Amanezco rodeado de palabras,
deliciosamente organizadas,
delineando la piel de aquello que dejé de ser.
IV
La princesa y su aurea forma de óperas diminutas,
perfecta, como una cirugía cerebral,
disecciona lo que era y lo que seré. Amorosa como un pez plateado.
Acompaña cada día colgando del cuello,
al beso recién nacido en el fondo de mi estómago.
V
En su casa viven siete, cada uno de ellos puede
con un fósforo, imitar la fiesta más grande del mundo.
VI
Parió siete fiestas o siete fósforos encendidos,
sobre un pastel llamado mundo,
no dejó que se apagaran,
siete pares de brazos incansables aguardando la historia,
para poder hacerle ramas al árbol de la siempre inconmensurable existencia.
Parió siete furias en los cuatro sentidos de la rosa que marcaba el tiempo,
como un viento que soplaba cada vez que se hacía ausente.
Paúl Martínez Facio (Septiembre 30 de 1982), colaborador del Mollete literario, Coautor del poemario Pieza de Paso (2105), tallerista y promotor de lectura.