Obtén tu crédito para vivienda haz realidad tus sueños
una casa sin puertas
en la abundancia residencial del centro
cerrada a los invasores
invadir es un género salvaje de penetración
en estos casos siempre hay testigos
hablamos sobre paralelismos entre irrupción y marea
pero nadie se queda con mucho
del silencio en cada parte de la conversación
nadie se queda
ni el semen permanece
adentro
dicen
la semejanza entre invadir
casas y entrar en casas
cual marea de agua negra
aunque por dentro de la casa
alguien enciende una luz seguida
de otra luz y nos hace llevar la palma
de la mano cerca de los ojos
luego las luces
se vulneran una a una
se apagan
se desorientan
imágenes para collectible card game de otra época
trajeron una máquina para limpiar el estanque de agua negra
dos tipos se han cubierto la cara mientras el agua
negra corre el cuerpo de la manguera
los peces blancos del fondo poseen
el tamaño de bulldogs
ingleses y el ruido de su asfixia
cuando salen del agua es similar
al de un humano adulto
los trabajadores del ayuntamiento tiran piedras
minúsculas buscando acertar en el hocico
abierto o en las branquias
más tarde los hombres se arrojan las piedras
entre ellos y cada vez son más grandes
las piedras y cada vez es más la sangre
que exprime el impacto
de cada piedra hasta que mueren
suelta ya
la manguera se adhiere
por completo a un pez blanco
de las escamas blancas
y arranca
una parte de carne blanca y sangre
negra del pez blanco de las escamas blancas y luego otra
parte más grande de carne
blanca y sangre negra del pez blanco
de las escamas blancas
y en su hocico
de dientes oscurecidos
de entre piedras
minúsculas se ve correr lenta
y negra la sangre de órganos
que estallan y que no puede tragar la máquina
a través de una manguera
ya no supervisada
folletos ofertas semanales descuentos
los peces
blancos de escamas blancas —o epinephelus pallidus—
en prolongados anuncios televisivos
una solitaria promesa
de platos de nachos y queso
a medio quemar y frijoles
transparentes
en supermercados distantes
y mesas para uno
en la pantalla
sustraen al pez
blanco de escamas
blancas con arpones
de función automática
usados para cazar
focas o para horadar
cuerpos humanos
dejados en el agua
el hombre del arpón automático
parece detallar los pormenores
de la sangre negra que al pez blanco
de las escamas blancas —mero albino epinephelus pallidus— le surge
de escondrijos del cuerpo no vistos por la cámara
hasta la boca sin control aparente
y le llama leviatán y le llama
de otras maneras que la pantalla
no registra a la vez que con el dorso
de la mano le da golpes
que la pantalla reproduce
con fidelidad inusitada
pare de sufrir horarios
mi última oportunidad para irrumpir de lleno
en la secta cristiana a dos cuadras de casa
es este jueves por la noche
en que levantarán alto las manos
fuerte
llevaría mi vida por un nuevo redil paralelo a los otros
que me han fallado
y tirando abajo las luces
mientras nuestras manos
totalmente sujetas
en remedo de espirales
vinculan
la forma y la ceguera
la alabanza
dios y el variado esparcimiento