Eco
En la calle
susurro juicios.
Llevo impermeable. Evito mojarme.
La gente se lamenta demasiado.
Mirar a los ojos
es benigno.
Despegar la lengua
también.
Las palmadas
no son necesarias.
Las conclusiones,
baratas y arbitrarias.
Las recetas son puentes
donde ebrios debaten su existencia.
“¿A qué te quieres dedicar entonces?”
Nunca hay respuesta.
Busco ciegamente el exilio.
El televisor ríe conmigo.
Mil disculpas:
La corbata no es un amuleto.
Agustín Villalpando nació en León en 1991.