Reynaldo Flores. No hay sol en el llanto del Führer

 

No hay sol en el llanto del Führer

 

I

Me di un tiro en la boca

pero no morí

 

hace tanto que no

probaba un centavo

 

y los elefantes rosados

comenzaban a exigirme morfina

 

II

Aquí o en el infierno

las luces se extinguirían

 

me bebería el fuego azul

de las llamas

 

mi aroma descompuesto

alimentando el honor de su imperio

 

III

Esos cobardes me encontrarán

de cualquier forma

 

incluso si escondo la cabeza

dentro de un misil

 

o si mi cuerpo

fuera capaz de sublimarse en el viento

también en contienda

 

IV

Primero entregarse al polvo

voluntariamente vencido

 

la dulce extinción del enigma

 

que mi cabeza siendo

un estandarte abyecto

 

un chascarrillo

para espolear las tropas

de infantería

 

V

El invierno se adentraba en mí

como una punción de estrellas fugaces:

 

alguien quería enterrarme un bisturí

en la médula

 

para contagiarme

diciendo que me curaría

 

VI

En invierno

la brisa de occidente

calcina cualquier brote

 

los aviones nos dibujan en la espalda

una señal de alerta

 

y las minas que pisamos

se multiplican más que los peces

 

VII

Permanecer dentro de casa

es como dormir

con la cabeza en el congelador

 

afuera el frío

tose sus pulmones

que las balas perforan

 

se escurren

sobre las ventanas

como lluvia de plasma

 

VIII

Cubro una llaga

y logro salir a tientas

 

en la nieve

mi cuerpo dibuja

una rosa roja deforme

 

IX

Sobre una pila de cadáveres

pretenden hacer una composta

utilizándonos como abono

 

o preparar cosméticos con nuestros dientes

antes de sepultarnos

y firmar las paces

 

eso intentan

 

X

Lo que no saben

es que nuestro carácter fue formado

por la detonación de las bombas

 

entonces

por qué agobiarse

 

desaparecer es lo mismo en cualquier parte.

 

 

 

Reynaldo Flores nació en León el 10 de octubre de 1994.

 

 

 

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