Textos de “Canciones desde el fin del mundo”
CANTO XII
El complejo de Electra
no me lo he podido arrancar.
He frotado mi cuerpo con lejía.
He expuesto mi piel al sol.
Extraje todos los aparatos de Golgi
de las células que me habitan.
He ofrendado mi esternón
a dioses de otros tiempos
que nos miran
y escupen desde arriba
en la colisión.
Me siento como una niña de nueve años
abandonada por los fantasmas de su cuarto.
Cuando te amamantan monstruos
terminas siendo mejor amiga de la oscuridad.
Nunca tuve miedo padre
pero no quiero desaparecer
sin que los nuevos habitantes de la tierra
escuchen las canciones desde el fin del mundo
y vean el ruido de vivir amando
a tu padre
y que él no quiera
cruzarse siquiera
con tu sombra.
CANTO XXII
De barro y agua
construyo de a poco
la silueta de la casa,
adentro
cientos de ánimas cantan bolero
el olor de la carne de domingo
se tatúa en las paredes:
Mamá no merecía una hija como yo.
Papá merecía ser estéril.
Hermana debió ser huérfana.
Yo no debí nacer.
CANTO XXX
Canto
por todas
las veces
que tuve hambre y frío.
Por todas las veces
que dentro de mí
una jauría de perros vagabundos
se destrozó sin compasión.
Canto
para que por mi aliento,
que son sus almas
y la de los niños
que nunca asomarán por mis poros
llegue
a la inmensidad.
“A la derecha de dios
mi cuerpo semidesnudo se vuelve
para observarlos”
Canto
por los unicornios
y becerros mutilados
a un costado de mi casa.
Canto
por las millones de estrellas
sobre la piel de algodón
recién arrancado de la mata
de la mujer
que llora
a tres pasos de mí.
Canto
por el silencio de una gata obesa.
Canto
por las noches,
para que mientras la tierra
se cae sobre sí,
el reloj de mi cuerpo se necrose
como abono de hiedra amarga.
Ayer
la que fui
y la que seré
se descuartizaron
en el filo de mi balcón,
lo que salió de ellas
fue un río
de miel negra.
Abajo,
seguirá siendo de noche
y mis huesos
eran
planctons de neón
en la orilla de la playa.
Canto
para hacerme compañía.
Señor,
ayer
la que fui y la que seré
se descuartizaron
en el filo del balcón de mi casa.
Yuliana Ortiz Ruano (Esmeraldas, Ecuador, 1992) Gestora literaria independiente. Consta en Antología La Muchedumbre de tu Risa (Casa de la Cultura, 2014), Harawiq muestra de poesía ecuatoriana y boliviana (Murcielagario Kartonera, 2015). Ha participado en: Festival Internacional de Poesía Enero en la Palabra (Cusco, Perú 2016), Octava edición de Poesía en Paralelo 0 (Ecuador, 2016). FIRAL (Rancagua, Chile, 2016), Todos tus crímenes quedarán impunes (Fundación Pablo Neruda, Santiago de Chile, 2016). Ha publicado SOVOZ (Hanan Harawi, Todos tus crímenes quedarán impunes, co-edición peruana ecuatoriana, 2016). Obtuvo la segunda mención de honor en el concurso Poesía en Paralelo 0 2017 con su segundo poemario inédito Canciones desde el fin del mundo.