Ender Rodríguez. Bichos

 

Bichos

 

                                                                                    a Álvaro Luquin

 

Recuerdo haber pisoteado

a un mil pies

asesinando cada uno de sus pies

y a su costra rectangular alargada

quebrándola en trozos que a su vez se iban

esparciendo como cristales

mientras chorreaban líquidos

que sonaban como cuando un hombre hueco

hace gemidos

 

Al aplastar cada uno de sus pies

imagino que el triste animal sentía la pasión de Cristo

mil veces

luego murió con honor dando pelea

como Clint Eastwood en el Gran Torino

 

Al matarla le dije:

-Y no me apuntes con tantos pies –

 

Yo no era un ñoño

y escribió Álvaro

“Los ñoños no deberían ir a la escuela

sino al Panteón”

 

En una novela mexicana que sonaba en la radio

después de morir el mil pies

un tal Fausto le decía a Julieta

que le había destruido el corazón y que no la amaría más

y ella le replicó:

-Te odio como odio a todo lo que odio –

y luego lloraron los dos juntos y se asesinaron

clavando sus armas blancas y negras

en sus pechos y cuellos

muy lentamente

 

En el noticiero de las 7

hablaba un barbudo cura sobre amarse

sin perdón

montándose los otros sobre los otros

 

Mi padre una vez pateó a una rata

y trató de ahogarla en el urinario

ella trataba de escaparse con furia

Mamá dijo:

¡Termínala, que quede muerta, bien muerta!

Papá gritaba:

¡Te ahogaré maldita!

Mi tía gruñía:

¡Dale en la madre a la muy hija de puta!

 

Los vecinos expulsaban terribles alaridos

de excitación y festividad a lo lejos

querían tripas y fuego

 

Miré a la rata al estar moribunda

y ella me miraba melancólica y grácil

como un ángel roto

 

Pensé que la vida era como una rueda de trapecios del karma

existenciales y cambiantes

 

Me pregunté a mí mismo:

¿Y si en una reencarnación todo gira y se voltea la cuestión

y nosotros seamos los bichos infectos que haya por matar?

 

Entonces apagué la tele

tomé un trago de ginebra

y me fui a dormir

aplastando insectos

contra la pared

 

Mientras trataba de dormirme

pensaba:

¡Nadie nos salvará, nadie!

¡Somos unos jodidos!

 

 

 

Ender Rodríguez (San Cristóbal, Venezuela. 1972). Ha publicado: Cantos del origen (2001, CONAC); El sofá de Beatrice (2006, CENAL); Primavera cero (IPASME, 2007); Creactivo I (BARIQUÍA , 2007); Rabo de Pez Nuevos idiomas en la creación formato e-book (FEUNET, 2014), Entrecruzamientos (EAE Editorial Académica Española, 2015), Ex sesos y asa res Borrones para textos no tan perversos (CENAL, 2016), El Blues de la Parca –  cuentos grotescos (AMAZON, 2017), Creactivo II (AMAZON, 2017), Poemas Absurdos (LP5 Chile, 2020), y VISO Poesía visual, objetual y collages en Venezuela (SABERULA, 2020),  entre otros libros publicados en internet, y en físico como coautor. http://enderodrigueznomeempoeme.blogspot.com/

 

 

 

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